29 octubre 2007

Longevidad

Hablando de esperanza de vida...
En los seres humanos (y resto de seres vivos "superiores") eso que llamamos vejez sobreviene por dos causas principales:

- Capacidad de reproducción limitada de nuestras células. En los extremos de los cromosomas, en nuestro ADN, se encuentran unos segmentos especiales (telómeros) terminadores. Son el cierre de la cadena, y son necesarios para dividir y duplicar la hebra de ADN. Estos telómeros pierden un segmento en cada replicación. Es fácil, por tanto, deducir que podrán replicarse un número finito de veces tras las cuales las células morirán.
¿Cómo de evitable es esto? Pues... Una célula cancerígena lo evita, así que evitable es. De hecho es una de las características principales de una célula cancerígena: deja de hacer su función y se dedica a reproducirse como loca, y sin límite, sus telómeros no acortan su longitud.

- Radicales libres. Los deshechos de la actividad celular. Dicha actividad produce moléculas muy oxidantes (moléculas complejas con un extremo -radical- oxidante) que dañan a la propia célula y por ende al organismo completo, acelerando su envejecimiento.
¿Solución? Pues sí, a parte de las cremas de belleza milagrosa se están investigando ciertos productos químicos que tomados en su justa medida neutralizan dichos radicales. Es fácil de entender: tenemos un oxidante que nos daña, pues metemos en el cuperpo un reductor que lo neutralice. Pero no tan fácil de hacer, además ha de ser en su justa medida, pues el reductor suelto también nos dañaría. Los experimentos en ratones consiguen alargar la vida de éstos en un 20%. No está mal.

¿Y todo esto para qué? Pues para intentar vivir como almejas. Pues sí, los animales (que sepamos) mas longevos del planeta. Se intenta averiguar cómo lo hacen para no caer en ninguna de los procesos que he mencionado. ¡Cuatrocientos diez años! Alucinante...

1 comentario:

Rober dijo...

"La almeja era joven cuando Cervantes escribía el Quijote". Alucino con el surrealismo que llegan a presentarse los hechos.

Mola, pero, entre tú y yo, yo no le cambio mi vida a una almeja por nada del mundo, por mucho que fuera a vivir. Qué aburrido... no poder sacarte el carné de moto... :-P