No sé a cuántos de los lectores de esta bitácora les gusta mirar al cielo. El hecho es que ha caído el otoño y se acerca el invierno. En contra de lo que pueda parecer, el invierno es una buena época para mirar al cielo. Los anticiclones invernales suelen dejar atmósferas frías y secas mucho más aptas para la observación que las veraniegas, cálidad y húmedas. Llueve más, sí, pero entre lluvia y lluvia el cielo es mejor.
Uno de los pocos objetivos claros del cielo nocturno que nunca he conseguido enfocar satisfactoriamente es la preciosa galaxia de Andrómeda. Se ve a simple vista en cielos oscuros como una manchita en la constelación del mismo nombre. Os pongo el mapa que os ayudará a encontrarla. Es una galaxia que merece la pena observar con unos prismáticos de ángulo amplio (unos 7x50), mejor con trípode. Yo no tengo, si alguien me los prestara...
En otro orden de cosas... Rayos, ya podían haber existido iniciativas como ésta en la Uvigo cuando yo entré. La verdad es que mola, jeje. Ese ordenadorcito, de potencia media pero bastante decente, viene con Linux preinstalado y basta con entrar en la Uni de Jaén con matrícula de honor y te lo regalan. ¡Qué bien me habría venido!
Mañana más.
01 octubre 2007
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